lunes, 23 de septiembre de 2013

Don Jose Manuel Almansa Briones

"Don Manuel" para los amigos, y "Briones" para los enemigos. ¿Quienes eran unos y otros? Situémonos en el espacio y el tiempo. El Madrid castizo de las verbenas, "las tortas ricas y pobres", los "Chulos y chulapas", con sus divertidas letras y puesta en escena, a finales del XVIII.  Cuando las disputas se negociaban a espada o a navajazo limpio. 

Todo o casi todo el mundo tiene amigos y enemigos, y para tener a unos u otros frente a tí o de tú lado algo muy malo has debido hacer. O muy bueno. Cortejar a la moza de otro, mal. Robar un caballo de guerra, bien. Irse sin pagar de la cantina. Dependía de la pitanza y si la mujer se dejaba meter mano.

Recuerdo siendo un chico de poco tamaño a mi señor don José Manuel, batiéndose a espada en un callejón con un desconocido que había pretendido robarle la paga por unos servicios al rey.
La primera estocada ya lo mató pero él siguió haciendo un colador del cadáver antes de que éste diese con sus huesos en el suelo.

-Que lo vean y sepan todos que ni en la capital del mundo hay nadie capaz de vencerme. Ni de lejos.

Pero de lejos un caballero de calidad espoleó a su caballo, se le acercó y preguntó: 
-¿Queréis probar?
- No son horas de pelear además yo estoy cansado y vos no, bebamos juntos si os parece, Que mañana será otro día. ¿Quién diablos sois y quién os envía?
-En cuanto a vuestra primera pregunta poco os importa para la vida que os queda y respecto a la segunda me manda don Eduardo que quiere con o sin batalla la bolsita que ahí lleváis atada al cinto.
-¿Don Eduardo manda a uno de sus mejores hombres para eso? ¡comed y bebed! dijo sonriendo al tiempo que el extraño se desplomaba sobre la sopa.

María Teresa siempre estaba al quite de su señor, le rasgó el cuello de lado a lado, tal y como don José Manuel la había enseñado. Una moneda de plata voló hasta las manos de ella desde el zurrón de Don José.

-Señoras, señores, que ustedes lo duerman bien, yo pienso hacerlo a pierna suelta. Era mas una frase que un hecho en sí mismo pero visto lo que acababan de ver cada uno iría a casa con sus respectivas, olvidando a las rameras que a nada le tenían miedo. Después de estar con un tuerto y con un cojo, Remedios se quedó sin clientela y enfadada tomó un poco de sopa y vino y fue a acostarse, esta vez sola, para dormir.

El dia amaneció limpio y claro vestido de azul Madrid. Don José Manuel y Plinio, con tanto jaleo se me olvidó contarles mi nombre, nos dirigíamos a la Corte. Se había vestido y engalanado bien, incluso me mandó lustrar su espada para la importante visita nada menos que al monarca en el palacio.

Pero no estaba. Mejor dicho estaba montando a caballo por los terrenos de la casa de campo.

-No os esperaba tan pronto dijo nada mas descabalgar, ¿no habéis tenido contratiempos?
-Ya deben estar bajo tierra Majestad, aquí tenéis lo vuestro, el resto sigue camino en el baúl, deben andar por Talavera de la Reina. Si no hay novedad mañana con la fresca del nuevo día, debería cruzar las puertas de palacio y yo mismo seré testigo si vos me lo permitís.
-¿Como no hacerlo querido amigo? Me habéis mostrado fidelidad, ¿Almorzásteis?
-Aun no Señor, lo primero es el deber.
-Bien pues ahora mando que os preparen un baño y un desayuno, os espero a la hora de la comida y ¿este zagal quien es?
-Plinio se llama Señor y es mi paje desde..
-Desde que padre me vendió hace 10 años a doña Paca cuando contaba apenas dos, de manera que si la matemática no falla tengo 12 para trece en Marzo, lo que hacen tres con don José Manuel.
-¡Bravo! dijo el rey entusiasmado, que lo bañen y vistan bien. Sonrió su Majestad; es de lengua fácil. ¡Cuidadlo bien amigo mio!

Ambos se bañaron o mejor dicho los bañaron y después, "Don José" marchó con Romualda a otra estancia, y luego desayunaron como por dos semanas, don José apenas podían moverse para incorporarse al saloncito de fumadores donde el rey despachaba asuntos importantes. De Europa, de todos los frentes abiertos y de su evolución, de las indias y concesión aun de nuevas encomiendas de descubrimiento y nombramiento de gobernadores, de las Filipinas y del Galeón de Manila con su carga, de las plazas españolas de África y hasta de expediciones científicas por todo el mundo.

Mucha gente lo ignora pero el rey de España y todos los monarcas que lo sucedan lo serán también de Jerusalem. Incluso cuando llegara el siglo XX, si es que el mundo no se había acabado para entonces. Es un título honorífico.

-Ve a vigilar a Artax y así bajas la comida, cepíllalo bien, puedes echar la siesta, elije tú el orden, yo voy a ver que se cuece por aquí y que nueva misión me encomienda el rey. Artax era el caballo que se estaba poniendo tibio de buenas hierbas.
-¿Plinio?
-¿señor?
-Tienes libertad para hacer lo que quieras durante un día eso sí, ni acercarte al palacio, te quedas con Artax ¿Entendido?
-Sí señor. ¿Qué hay para mañana?
-¿Que te he dicho yo de preguntarme tanto? vé y disfruta tu día libre. 

Nunca se sabe que va a ocurrir mañana, salvo que al fin de semana sigue un lunes otra vez.(*)

(*) Radio Futura.

2 comentarios:

  1. Cada relato es como un mundo pequeño, cada personaje está anclado en un contexto y un momento distinto ¡me encanta!
    Vas a hacer un libro genial.
    Un abrazo.

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  2. Haces un estupendo retrato de cada personaje que creas, es de elogiar la facilidad que tiene para escribir relatos.

    Un abrazo.

    http://ventanadefoto.blogspot.com.es/

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Adolfo González del Valle. 2012 - 2015 ©. Puedes contactar conmigo en: fotosderipley@gmail.com